Boracay de noche
En cuento la puesta de sol termina, aparecen las cuadrillas de esforzados camareros preparando las mesas para las cenas en la playa. Se encienden las velas de las terrazas y de los enormes castillos de arena que jalonan el paseo. Los DJs empiezan a pinchar.
Todas las noches son de fiesta en Boracay y a lo largo de la playa blanca los restaurantes y resorts de día, dejan paso a las discotecas, pubs y chiringuitos de noche. La metamorfosis se realiza tranquilamente. Al tiempo que el sol se hunde en el horizonte las antorchas van ocupando su lugar como fuentes de luz y calidez y aunque la luminosidad no sea la misma el efecto es igualmente agradable. Como largas espigas de trigo maduro, las cañas se elevan desde la arena para coronarse en una llama que durará toda la noche o hasta que el último borracho se vaya a dormir. Los camareros se esfuerzan por retirar tumbonas y hamacas y poner en su lugar mesas y sillas destinadas a las numerosas parejitas o las no menos numerosas familias dispuestas a disfrutar de una apacible cena, arrulladas por el rumor de las incesantes olas. Al mismo tiempo, los castillos de arena se van iluminando también y los diurnos surferos y submarinistas dejan paso a los nocturnos músicos, fiesteros y demás fauna, de la que hablaremos más tarde.
Castillo de arena
Para comer
La oferta es variada siendo lo más habitual las parrilladas de carne o pescado y marisco en los restaurantes de la playa con precios competitivos pero no tan baratos como años atrás. Habitualmente el procedimiento es elegir la pieza o piezas que uno quiere comer y pagarlas al peso, en crudo. A continuación los camareros las llevan a la cocina y regresasn cuando el plato está listo.
Para bolsillos más apurados se puede uno adentrar en los locales de segunda línia con una oferta mucho más sencilla y asequible, donde predominan las hamburguesas y el pollo asado, eso sí, todo al estilo filipino y tamaño king-size. Para beber lo más recomendable es la cerveza, San Miguel por supuesto (de fabricación filipina) y los refrescos. Cualquier intento de tomar vino puede convertirse en un sonado fracaso si no estamos en uno de los resorts más lujosos.
En Boracay también hay restaurantes de comida occidental, entre otros un más que correcto restaurante de comida francesa, “De Paris Boracay” fundado en 1981 o el inquietante restaurante “Ole Boracay” especializado en auténtica comida española, cubana y mejicana... El propio dueño nos confesó que se traía el jamón de contrabando en la maleta cada vez que iba a España “por negocios”. La verdad es que no probé la comida del restaurante por falta de tiempo.
Para cenar en Boracay mi consejo es darse un paseo tranquilamente y elegir en función del genero expuesto. Más o menos todos los precios de la isla son similares y uno no sale de rico o de pobre por comer en un sitio u otro. Hay que ir con cuidado, pero, en los restaurantes donde se vende la comida a peso antes de cocinarla ya que aunque aparentemente son muy baratos, muchas veces una vez cocinada la cantidad comprada puede ser insignificante dentro del plato debido a la merma.
Finalmente, casi todas las noches puede uno encontrarse con músicos “callejeros” o contratados por los locales. Habitualmente son solventes en cuanto a su repertorio y voluntariosos con las peticiones, pueden ser grabados y fotografiados sin problemas (salvo rarísimas excepciones) y acceden también a prestar los intrumentos a los clientes para que se hagan fotos con ellos. Si les pedís alguna canción o simplemente os agrada su actuación sed generosos con ellos.
Para salir
Numerosas discotecas, bares y resorts ofrecen sus locales de ocio nocturno. La mayoría de ellos de cara a la playa aunque algunos le den la espalda para mirar hacia la carretera principal. Es habitual que incluso las discotecas más ruines tengan DJs pinchando toda la noche, mientras que no lo es tanto la música en vivo. Sin embargo para mi gusto, la música habitualmente era demasiado “hip-hopera” y el volumen muy alto. Algunos de los más famosos son el Cocomanga’s (en sus versiones disco y bar de chupitos) donde hay eventos casi cada noche, el Pirates Bar o el Summer Place del video. En cuanto a la bebida lo más recomendable de nuevo es ir a por la cerveza, ya que las posibilidades de ingerir garrafón en el caso de pedir combinados son muy elevadas. Quizá la única excepción són los cócteles de ron, puesto que hay producción nacional del mismo, siendo este más barato que las posibles imitaciones. En todo caso desaconsejo tratar de tomar whiskey o gin, y en menor medida vodka.
Sin embargo lo más importante a tener en cuenta a esas horas de la noche es la gente que uno puede encontrarse. En Filipinas como en otros muchos países del sudeste asiático es frecuente la presencia masiva de travestis respecto a lo que es habitual en Europa por ejemplo. A menudo además su feminidad es tan acentuada que es difícil reconocerlos. Estáis avisados. Otro fenomeno típico de muchos países de la zona y también de otros destinos turísticos con un nivel de desarrollo económico parecido, es la presencia de “prostitutas amateur”. Con esta etiqueta me refiero a chicas y chicos que salen de fiesta con más o menos intenciones de encontrar a un turista que les pague algo por tener sexo con ellos. No siempre tienen precios fijos y tampoco siempre cobran, ya que si el “cliente” es de su agrado quizá no le pida nada más que correr con los gastos de la habitación. Así pues, atención con quién ligáis si estáis solteros.
Harina de otro costal son los travestis más o menos descarados que pasean por la playa en busca de chicos u hombres en estado de embriaguez para realizarles una felación rápida que les reporte unos pocos pesos. Estando sentado en una barca varada en la playa observé como uno de ellos conseguía tres clientes en menos de media hora, que despachó en menos de 5 minutos cada uno.
Sin embargo estos no son los únicos personajes que pululan por la playa de noche ya que también es habitual encontrar niños pequeños de entre 5 y 10 años (a veces más jovenes) pidiendo limosna cuando pasa un turista y que mientras no pasa, se divierten jugando al que te pillo o subiendo a las motos de agua estacionadas en la arena.
Los 5 hermanos Dalton
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edgar -
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